martes, 20 de septiembre de 2011

La culpa o el mérito son nuestros... no del Power Point

Con sorpresa y estupor he leído el artículo de "La Contra" (La Vanguardia 3-10-2011) http://www.lavanguardia.com/tecnologia/20111003/54225136650/nos-venden-guerras-como-nos-venden-telefonos.html

A mi entender un artículo lleno de "verdades a medias" entre las que el autor inserta sus "perlas" contra una herramienta: el Power Point.

Una vea más estamos ante alguien que aún no se ha dado cuenta que el problema no son las herramientas (que como el fuego todas ellas se pueden usar bien o mal), el problema somos nosotros, que decidimos uno y otro uso de las mismas para el logro de unos u otros objetivos.

¿Cómo lo veis?

Este artículo nos presenta una “verdad a medias”, nos muestra una parte de la realidad pero nos la presenta como si fuera TODA la realidad. Y a partir de aquí, confundiendo la parte por el todo (sinécdoque) explicita más o menos una tesis: “no conviene usar Power Point”. Hasta añade afirmaciones gratuitas como: “es estúpido y peligroso”, fomenta un “pensamiento irreflexivo”…


Resulta que la parte de la realidad que nos muestra Franck Frommer es la de los malos usos de esta herramienta, y hasta aquí lo que dice es verdad: muchas veces se hacen las cosas mal con el Power Point… pero también con cualquier herramienta: los libros de texto digitales, la pizarra interactiva, la pizarra de tiza, los tradicionales cuadernos de clase… (centrándome ahora en el mundo de la educación).


Entiendo que no se pueden mostrar las “malas prácticas” y a partir de ahí abogar por el no uso de una herramienta. En todo caso hay que identificar estos malos usos para que sus actores se den cuenta y los abandonen. Abandone los malos usos, no la herramienta.


Porque con ella también se hacen muchas “buenas prácticas”. Los esquemas nos permiten centrar la atención en las ideas clave, y si luego van acompañados de una buena argumentación (oral o escrita) seguramente mejoraremos la calidad de la comunicación frente al mero discurso verbal que, a veces, por su extensión o bajar articulación puede dificultar la identificación de las ideas principales.


Me parece surrealista que este artículo se haya publicado en “La Contra”. Es un recital de verdades parciales acompañadas falsas conclusiones. Como al final, que parece que culpe a “Power Point” de un exceso de comunicaciones unidireccionales, cuando como sabemos el planteamiento unidireccional o participativo de una reunión la deciden sus responsables (con independencia de la herramienta que se use).